martes, 12 de abril de 2011

Te amaba
Quisiera sentirte hoy,
quisiera poder llamarte
mas no recuerdo tu voz
no se si estas donde antes.
No te he vuelto a ver, amor
y tu recuerdo perdura,
dentro de mi corazón
amarte, fue mi locura
quererte, mi perdición
sentirte en mi, fue sin duda
lo mejor que sentí yo.
Amo todo en tu recuerdo
te deseo lo mejor
y aunque sé que vives lejos
aqui te mando mi amor

lunes, 4 de abril de 2011

Me desligo del antifaz que me impusieron desde mi comienzo
y me encuentro extraviado  en un mundo
de normas absurdas que nadie acata,
coexistimos en un mundo lleno de hipocresías
cada quien actuando con su propia mentira,
deseos cohibidos rondan por caras alegres
mientras detrás del maquillaje sólo hay tristezas,
mujeres prisioneras de si mismas
fingiendo una felicidad que nunca llega,
hoy renuncio a la hipocresía de la sociedad
y me desnudo de las mentiras,
soy  vagabundo que va  por calles oscuras tras una falda graciosa
sin  el antifaz de la farsa de la satisfacción plena,
hoy escribo un nuevo libro,
no de verdades a medias sino de verdades repletas
y respiro el aire de la libertad completa,
traspaso el mundo de la mudez y derribo el farsante
y desmantelo los falsos valores de una sociedad engañadora y perversa.
renazco entre las oscuridades de mentiras prefijadas,
y me encuentro con mi propio yo y descubro
que sigo siendo una persona honesta,
y no me hace menos indecente que aquel que
vive con la careta de la apariencia puesta
mientras se derrocha por el camino
del engaño,  la mentira, la deslealtad, la traición y hasta la muerte.

Por Augusto.

sábado, 2 de abril de 2011

Todo nos amenaza:

el tiempo, que en vivientes fragmentos divide

al que fui

del que seré,

como el machete a la culebra;

la conciencia, la transparencia traspasada,

la mirada ciega de mirarse mirar;

las palabras, guantes grises, polvo mental sobre la yerba,

el agua, la piel;

nuestros nombres, que entre tú y yo se levantan,

murallas de vacío que ninguna trompeta derrumba.


Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas,

ni el delirio y su espuma profética,

ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan.

Más allá de nosotros,

en las fronteras del ser y el estar,

una vida más vida nos reclama.


Afuera la noche respira, se extiende,

llena de grandes hojas calientes,

de espejos que combaten:

frutos, garras, ojos, follajes,

espaldas que relucen,

cuerpos que se abren paso entre otros cuerpos.


Tiéndete aquí a la orilla de tanta espuma,

de tanta vida que se ignora y se entrega:

tú también perteneces a la noche.

Extiéndete, blancura que respira,

late, oh estrella repartida,

copa,

pan que inclinas la balanza del lado de la aurora,

pausa de sangre entre este tiempo y otro sin medida. 




Octavio Paz